Situado en la costa occidental del principado de Asturias en el concejo de Navia, Puerto de Vega, es uno de los pueblos más bonitos y pintorescos de la cornisa cantábrica
Es el núcleo de población más importante después de Navia la capital del concejo.
Vega gracias a su dilatada armonía vecinal y su entorno cuidado ha sido merecedor de dos valiosos galardones, uno de ellos el de “Pueblo ejemplar de Asturias “en 1995 y otro el de “Pueblo mas guapo de Asturias “en el 1998.
La villa de Puerto de Vega, distinguida siempre por el interés y defensa de su entorno natural y urbanístico puede, además, considerarse como paradigma de la comunión que, desde tiempos inmemoriales, caracteriza a Asturias y la mar.
En este sentido, es subrayable la preocupación de sus habitantes por la transmisión a futuras generaciones no sólo del rico patrimonio histórico y cultural que les ha sido legado, sino de unas formas de vida tan peculiares y representativas como son las ligadas a la pesca.
También se da en Puerto de Vega una ejemplar síntesis entre las instituciones culturales, cuya representación más cualificada es la conservación del espíritu jovellanista, con las más estimulantes iniciativas populares, que han dado lugar a la existencia de una cátedra de Extensión Universitaria impregnada en el espíritu del ilustre polígrafo asturiano.
En el barrio de Santa Marina (parte alta del pueblo de Puerto de Vega*) está este templo parroquial, denominado «la catedral del barroco rural».
La bonita playa de Barayo, clasificada como Reserva Natural Parcial, está dotada de un abundante surtido de dunas y marismas de gran valor ecológico y paisajístico, además de un copioso entorno de matorrales, bosques, acantilados,etc
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Es una de las playas más bonitas de toda Asturias y es objeto de estudio y ordenación debido a su enclave y variada flora.
Está partida longitudinalmente en dos lenguas arenosas por el río del mismo nombre, en cuya cuenca baja se pueden encontrar comunidades de nutrias y ostreros.
La patrona de la villa es Nuestra Señora de la Barca, que, según la tradición, se apareció en alta mar a unos pescadores sorprendidos por una tempestad que se calmó apenas imploraron su nombre. El día grande, es el 15 de agosto, tras la Misa Mayor, se saca la imagen de la Virgen en procesión por la ría en la pleamar de la tarde, custodiada por embarcaciones engalanadas.